INTRODUCCIÓN.

El conocimiento de los elementos de que se vale la naturaleza para generar sus procesos, permite a la ciencia modificarlos  de acuerdo con su conveniencia. Es el caso del proceso por medio del cual la reproducción asexual de las plantas utilizando partes de tallo (esquejes), uno de los métodos utilizados en la agricultura para propagar especies de todo tipo, puede acelerarse mediante la utilización de productos ricos en auxina, hormona que promueve el crecimiento de las raíces de las plantas. Esta hormona se encuentra naturalmente en la planta, pero puede agregarse ya sea en forma natural o artificial para acelerar la emisión de raíces, logrando de esta manera un desarrollo precoz de la planta y por lo tanto una adaptación más rápida al medio, con mayores posibilidades de desarrollo y producción.

El presente trabajo se orienta a analizar el efecto de dos sustancias reconocidas como facilitadoras del enraizamiento de esquejes, sobre una planta que se reconoce como un pilar de la alimentación humana y animal a nivel mundial: la yuca. Para el efecto se utilizó  la lenteja y la sábila o aloe vera  y se utilizó  como contraste un enraizador químico y un testigo, esto es, esquejes sin tratamiento. La variable de respuesta  serán el peso de las raíces emitidas por esqueje y el área foliar de las plantas, el cual se determinará cada quince días después de sembrado el esqueje, en cuatro ocasiones, es decir, se harán 4 replicaciones.

Este trabajo es una aplicación de los conocimientos de fisiología vegetal adquiridos durante el desarrollo de la carrera de tecnología en producción agropecuaria, y busca contribuir a la obtención de métodos más eficaces para lograr una agricultura capaz de responder, con suficiencia y eficiencia, a la demanda por alimentos que cada vez se hace más imperiosa con el crecimiento de la población, el cambio climático, la reducción del área cultivable por  efectos de urbanización, la desertización y otros fenómenos que indican claramente la necesidad de aplicar la ciencia y la tecnología a la producción de alimentos para humanos y animales, empleando la máxima densidad de población vegetal y animal por unidad de área, el desarrollo precoz de las especies para alcanzar su edad productiva en menor tiempo, de manera que se pueda incrementar la producción acortando los ciclos. El futuro de la agricultura pasa por el dominio de estas variables, y mientras más pronto se logre este dominio más posibilidades de supervivencia tendrán la especie humana en el planeta tierra.