Código 790
Modalidad Seminario de Grado
Resumen

4.1INTRODUCCION

Desde el mismo momento en que la esperanza de vida aumentó y la perpetuación de la especie dejó de ser el mayor objetivo humano, las personas han considerado seriamente el tema de la felicidad, por esa razón se han ocupado de otros aspectos aparte de la subsistencia, tales como el mantenimiento mismo de la vida, es decir, hacer los arreglos necesarios para que el cuerpo tenga un bienestar (bañarse, cepillarse los dientes, afeitarse o maquillarse, prepararse para ir a la cama, hacer la siesta, entre otros) y claro, los instantes de ocio, aquellos espacios en los que se puede hacer lo que se quiera, todo con el propósito de sentirse bien, de ir a favor de la concepción que cada quien tenga del placer.

Curiosamente y muy a pesar de encontrarnos hoy en una sociedad científica y tecnológicamente desarrollada, los humanos tienen demasiadas dificultades para arreglárselas en el asunto de la dicha; sí, la verdad es que aún existe una gran confusión para entender qué es la felicidad, de qué se compone, cómo alcanzarla y especialmente cómo mantenerla; y aunque la idea que se tiene de ella sigue y seguramente seguirá siendo muy subjetiva, algunas investigaciones recientes comandadas por los psicólogos Csikszentmihaly y Seligman muestran que ya existen acuerdos al respecto, y que aquello que se creía acerca de que se alcanzaba la felicidad una vez se mejoraban ostensiblemente las condiciones económicas está mandado a recoger.

Durante el siglo XIX y gran parte del XX el concepto de la felicidad fue poco analizado por la Psicología, tal vez por temor de volver a la filosofía; fue como si esa palabra se encontrara tan difícil de ver o de medir como el alma y tuviera que seguir siendo la Psicología la comidilla o el hazmerreír de las otras ciencias o el mundo científico. De esa manera los primeros apuntes significativos de la ciencia del comportamiento fueron legados al reduccionismo del conductismo y a un inconsciente freudiano, por cierto más difícil de observar que la misma alma.

Podría ser injusto dejar de mencionar los aportes de Frank con la Logoterapia (sentido de vida), Rogers con su terapia centrada en el cliente y Maslow con su triángulo de las necesidades y su reluciente concepto de la Autorrealización, como lo más aproximado a una propuesta científica que sin ruborizarse y con argumentos de laboratorio le puede apostar al tema más importante en la vida de cualquier persona: LA FELICIDAD.

Durante  los últimos treinta años en Estados Unidos se viene trabajando en una renovación de la Psicología, por esa razón aparecen investigadores de la talla de Daniel Goleman con estudios y revelaciones bastante determinantes en los cambios de paradigmas frente al coeficiente intelectual; definitivamente sus libros Inteligencia Emocional e Inteligencia Social han salvado la vida de muchos seres humanos desahuciados por teorías como las de Binet, Stern y Stanford quienes diseñaron y promulgaron pruebas para medir el coeficiente intelectual, a comienzos del siglo pasado. Aparece también en esta lista Howard Gardner creador de la teoría de las Inteligencias Múltiples el cual le amplía la esperanza a todos aquellos que creían que los dominios de la inteligencia eran tan estrechos como se les había hecho creer.

Estos pasos gigantes, entre otros más, han servido de antesala o de tambor para darle la entrada a una Psicología más interesada en prestar un servicio a las personas de carne y hueso, a todos aquellos que aspiran a tener una vejez digna y sana y que quieren morirse de manera natural o de viejos; algunos la llaman Psicología Positiva, pero otros con una sonrisa auténtica la proclaman como la Psicología de la Felicidad.

Este último enfoque de la Psicología, sirve de apoyo a esta propuesta, que tiene la intención de demostrar con hechos que el asunto de la salud física y mental desde la perspectiva de una sociedad ansiosa, preocupada, depresiva, confundida, indecisa, farmacodependiente, se puede resolver desde estrategias sencillas fundamentadas en la CALIDAD DE LA EXPERIENCIA, las cuales le permiten a cada quien comprender que la “PLENITUD O DICHA GENUINA” es algo que se aprende.